Nippon Arigatto: Humor Amarillo

El tercer día en el Japón iba a ser enteramente el dedicado a Kyoto. Ayyy! Y el único en verdad dedicado enteramente a la antigua capital imperial. Cierto es que de algo de lo que me puedo arrepentir, o en todo caso mejorar en este viaje, es haber dedicado un día más a Kyoto, pero el día siguiente a este o era libre precisamente para eso, u ohhhh! sorpresa, sorpresa! se tenía que dedicar a la actividad alternativa que ya descubriréis en próximas entradas. Y si... la otra actividad era demasiado interesante históricamente hablando como para ignorarla, pero tengo que decir entonces que me han quedado cosas pendientes de ver en Kyoto... ¡para la próxima vez!¡siempre mejor que quede un aliciente por el que volver!

De todas formas iba a ser un día que iba a empezar temprano y ser bien aprovechado, con una mañana ocupada en las visitas "institucionales" incluidas en el viaje acompañado pero con la tarde libre para visitar otros lugares por cuenta propia. Tenía algunos de ellos identificados, aunque no escogidos para ese rato libre, por lo que fue un poco sobre la marcha. Estos incluían:

  • Arashiyama: Cerca del templo Kinkaku-ji. Bosque de bambú. Zona con caminos sinuosos que alberga monos y cuenta con un pintoresco bosque de bambú y vistas al río.
  • Kiyomizu-dera: Cierra a las 18h. Otro de los imprescindibles de ver en Kyoto. Templo budista situado en el monte Otowa, conocido por las vistas que se aprecian desde su amplia veranda.
  • Palacio Imperial de Kioto: El Palacio Imperial de Kioto es un palacio imperial de Japón, pero no es la residencia del Emperador de Japón. El emperador reside en el Palacio Imperial de Tokio desde 1869 y ordenó preservar el Palacio Imperial de Kyoto en 1877.
  • Camino de la filosofía y Ginkaku-ji: Imprescindible de ver en Kyoto. Bajando por el camino del filósofo se puede ir hasta Honen-In y Nanzenji, también muy recomendable.
  • Ginkaku-ji: Este templo budista del siglo XV cuenta con jardines pintorescos y una duna que representa el monte Fuji.
  • Ryoan-ji: Ryōan-ji es un templo Zen situado en Kioto, Japón. Forma parte del conjunto de Monumentos históricos de la antigua Kyoto declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994.
  • Yasaka Jinja: Santuario Yasaka, a veces también llamado Santuario Gion, es un santuario Sintoista situado en el distrito Gion de Kioto, Japón. Situado al este del final de la Shijō-dōri, el santuario está compuesto por edificios, incluidas puertas, una entrada principal y un escenario.
  • Pagoda To-ji: Tō-ji es un templo budista Shingon de la ciudad de Kyoto. En otro tiempo llegó a tener un templo asociado, el Sai-ji. Antiguamente el Tō-ji era conocido como el Kyō-ō-gokoku-ji, ​ nombre que hacía referencia a su anterior función como templo protector de la nación.
  • Parque Maruyama: Maruyama Park es un parque en Kyoto, Japón. Se considera el principal centro de observación de las flores de cerezo en Kyoto, y puede llegar a estar muy concurrido en esa época del año. La atracción principal del parque es un cerezo llorón que se ilumina por la noche.
  • Nishi Honganji y Higashi Honganji: Templos grandes bastante parecidos no imprescindibles pero atractivos.
Es decir, mucha chica para incluso un segundo día dedicado a Kyoto que ni siquiera íbamos a tener, y que aún habría necesitado de un cuarto para poder ver todos estos lugares. Luego algunos integrantes de nuestro grupo que si pasaron ese segundo día íntegro en Kyoto nos contaron sobre sus andanzas en algunos de estos sitios, pero pasemos a hablar de las visitas que si realizamos ese día.


Templo Kinkakuji

Una cosa común a todos estos viajes "intensivos" es el hecho de dormir poco y tenerse que levantar a horas que no han puesto las calles, y este evidentemente no iba a ser menos. Quizás el caso más extremo que recuerde de esta máxima fue el primer viaje que realice a la Costa Este de los Estados Unidos allá por el 2008. Puedo decir que mereció la pena, pero el caso es que se acaban necesitando otras vacaciones para recuperarse de las ídem.


El Pabellón dorado

Fuera como fuera, prestos de buena mañana y tomado nuestro desayuno, nos dispusimos a dirigirnos hacia el Templo Kinkakuji, también llamado el Pabellón Dorado, el templo zen más característico de Kyoto, construido a mediados del siglo XIV alrededor de un pequeño laguito en donde se refleja su figura dorada.


La clase de Go-go Yubari patrocina esta entrada

Sin duda el mejor horario de visita es temprano por la mañana tal y como hicimos, ya que pronto empezó a llenarse de visitantes, muchos de ellos japoneses en realidad, entre los que pudimos ver los típicos grupos de japonesas uniformadas como si de un episodio cualquiera de anime de colegialas se tratara... estampa observada por nosotros como foráneos con auténtica curiosidad. Si ya de por si las personas de raza oriental suelen aparentar una edad menor a la que realmente tienen (cosa que era notablemente evidente en nuestra guía) las/los adolescentes continúan pareciendo directamente niños.


Oro parece, plata no es


La visita al pabellón dorado discurre de forma circular rodeando el pequeño lago al lado del que se alza el templo. En realidad no deja de ser algo parecido a un pequeño parque, ya que el templo en si ni siquiera se visita por dentro, si no que es más la escena de paisaje japonés del templo reflejado en el lago lo que hace atractiva la visita, así que una vez completado el recorrido nos dirigimos hacia el siguiente punto de interés que visitaríamos durante esa intensa mañana: el castillo de Nijo.



Castillo de Nijo

De características muy diferentes al castillo visitado el día anterior en Osaka, el castillo de Nijo fue construido para ser destinado a establecerse como la sede de los Shogunes de Tokunawa. Erigido a principios del siglo XVII, el complejo se compone de diversos edificios más bajos y amplios que el único bloque compacto del castillo de Osaka, así como de jardines más amplios y espacios abiertos entre los diferentes edificios que componen el conjunto. Posteriormente sería habitado por la corte imperial japonesa, durante el período en el que Kyoto aún era la capital del país.


Entrada al Castillo de Nijo


Nada más a la llegada destaca su impresionante puerta, totalmente construida en madera, siendo principalmente la madera de ciprés el principal material con el que están construidos los palacios principales más destacados del conjunto: el palacio Ninomaru y Honmaru, amplios edificios que cubren un gran espacio en superficie pero de poca altura.

En sus totalmente construidos en madera interiores, de tatamis y puertas correderas de estilo japonés, se respira aún un ambiente al estilo "Último Samurai" ricamente decorado con los motivos tradicionales de la época Edo a la que pertenece el estilo arquitectónico del castillo. Mención aparte merecen también los jardines, poblados con gran diversidad de especies de árboles y plantas y rodeados por las murallas de los antiguos fuertes defensivos.


Paisajes de Samurais


Tras el tiempo libre dado para poder visitar todo el complejo a nuestro aire, y tratando de encontrar el camino correcto de vuelta hacia nuestro punto de reunión, nos dirigiríamos hacia la última visita de aquella mañana, el santuario de Heian, con uno de los Torii rojo a su entrada que se cuentan entre los más grandes del Japón, y que destaca especialmente por sus extensos jardines.


Santuario de Heian

Siendo lo más destacable su amplio patio interior rodeado de la estructura de madera roja del santuario y jardines, en esta visita descubrimos dos de las más tradicionales referencias involuntarias al mítico programa de antaño llamado Humor Amarillo: las zamburguesas y los hermanos pequeños del chino kudeiro (o más bien unos niños japoneses vestidos para la ocasión con los trajes típicos ancestrales, aunque puedo asegurar que en este caso fuimos nosotros los que nos convertimos en japoneses locos con sus cámaras en mano).


El santuario rojo


El interior del santuario alberga en su amplia superficie un gran jardín japonés con un extenso lago atravesado por pabellones de madera que conforman una idílica imagen oriental. Alrededor del algo se alza un complejo de pequeñas construcciones de madera rodeadas de todo tipo de árboles de diferentes tonos de colorido otoñal.


Las malvadas zamburguesas


Otro lago más pequeño es transitable sobre los discos de piedra circulares que atraviesan su superficie, efectivamente recordando a las míticas zamburguesas y las hostias gráciles evoluciones que los personajes del amarillesco programa practicaban sobre ellas... inevitable era pues pensar que al pisar uno de estos inquietantes discos de piedra no íbamos a sufrir un chapuzón.


¿Dónde está Padme?


Tras comer en otro de los inefables lugares patrocinados por nuestros espónsores de viaje, de entre todos los posibles parajes visitables citados al principio de esta entrada, nos decantamos por un paseo por el bosque de bambú de Arashiyama, que si bien queda un poco lejos y fue necesario coger tanto metro como una especie de tranvía, resulto placentero para terminar el día. Como tal paraje me recordó otro inolvidable anime, lo voy a dejar pendiente para que tenga su propia entrada.


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