Pirigatos Andorranos: Hacia el Oeste

Si el día anterior habíamos cogido la carretera principal que va hacia el Este para explorar hacia aquella dirección, hoy, día en que volveríamos ya a nuestras gateras, exploraríamos la carretera hacia el Oeste, que nos llevaría hacia para mi gusto, los lugares más espléndidos del pequeño país pirenaico, entre ellos, Ordino y los lagos de Tristaina... esto ya es otra cosa.


Los lagos de Tristaina

Y es que la actividad principal del día de hoy iba a ser un paseo por las cumbres de Ordino, en donde se encuentran las estaciones de esquí de Ordino-Arcalís y Vallnord, para hacer una ruta de senderismo corta que nos llevase hasta los lagos de Tristaina desde el aparcamiento de las pistas. Antes pero, para coger fuerzas, tomaríamos el desayuno en el bar restaurante de las pistas.

Primer lago de Tristaina

Así, una vez pertrechados, seguiríamos el camino que pasa tras los postes de los remontes detrás del bar y asciende hasta el plano en donde se encuentran dos de los tres lagos de Tristaina: el primero y el del medio, literalmente, nombres muy explicativos. El tercero, llamado el de más arriba (no se puede negar que sus nombres siguen una lógica aplastante), quedaba ya demasiado alejado para plantearse su ascenso, por lo que tendrá que quedar para otra vez.

Aquí el paisaje es totalmente de reminiscencias alpinas, por no decir directamente suizo, razón por la cual es lo que me gustó más de toda esta pequeña escapada. Aguas heladas que reflejan las montañas de alrededor y un panorama no apto para agorafóbicos es lo que aquí puede encontrarse, con excursionistas realizando actividades de senderismo, pesca, baño... en un entorno fantástico.

Lago de en medio

Tras la corta excursión y pensando ya por desgracia en la vuelta, fuimos bajando de nuevo hacia el valle más poblado, pero pararíamos antes para comer cerca de Llorts, lugar de interés de la llamada "Ruta del ferro", en donde daríamos un último paseo.


Ruta del ferro en Llorts

Como era pronto para comer, para hacer tiempo paramos por Llorts en donde disfrutaríamos de un estupendo entrecot, para dar primero un paseo por el camino de la llamada "Ruta del ferro", en donde llegaríamos a un prado en el que descubriríamos unas inquietantes figuras.

Siendo esta una localización en donde pueden realizarse diversas rutas de senderismo o incluso visitar las antiguas minas de hierro de Llorts, la actividad más corta consiste en llegar por el camino de las minas que transcurre paralelo al río Valira hasta las figuras de la familia Jordino, dignas de aparición en Cuarto Milenio.


Vuelta

Así acababa nuestra escapada andorrana, haciendo cábalas sobre si nuestras compras alcohólicas pudieran suscitar las suspicacias de los guardias civiles del control fronterizo, cosa que nunca sabremos ya que no nos llegaron a parar, pero de lo que hay que ir bien informado en cuanto a límites de determinados productos por persona (alcohol, tabaco, chocolate, azúcar...) pues pueden causar algún que otro imprevisto.

El camino de vuelta resulto cuanto menos intrépido en cuanto a que nos sorprendió una de las mayores tormentas a las que Gatto se ha tenido que enfrentar conduciendo, la cual nos siguió desde antes de llegar a Berga hasta por lo menos las proximidades de Vic... en todo caso nada que Gatto con sus habilidades automovilísticas no pudiera manejar.

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