Coventrizadlos... a todos

Tras la titánica labor de producir una guía de Berlín casi guionizada, llevo un tiempo sin escribir entre el trabajo que aquello me costó, la gran aventura inédita que también disfrute en Noviembre de la cual en algún momento me comprometo a hablar, y entre que otras cosas me han distraído de mi labor lúdico narrativa en cuanto a lo que a vivencias de viajes se refiere.

También es verdad que necesitaba reencontrar algún pasaje de mi extensa experiencia viajera pasada que me motivase de especial forma. La realidad es que quizás en un tiempo pasado no tan lejano fui más feliz a este respecto de lo que quizás sea ahora, porque muchos de los lugares que he podido descubrir, de la gente de fuera que he podido conocer... ha sido a través y gracias de mi actividad laboral, antaño más orientada a trabajar en proyectos colaborativos con multitud de socios de otros países europeos (y algunos otros no tanto), lo que me ha permitido conocer parajes más o menos afortunados, pero que sin duda en alguna otra circunstancia nunca hubiera visitado.

Esqueletos de piedra

Añorando aquellas épocas, y justo por este tiempo hace unos años, uno de los lugares con una historia interesante que pude visitar por allá 2014 fue la ciudad inglesa de Coventry, en el centro de Gran Bretaña, no muy lejos de la infame Birmingham, quizás una de las ciudades más feas que haya visitado nunca por mucha revolución industrial que allí se diera (o precisamente por eso).

Además, empalmando con la narración histórica sobre la capital de Alemania, esta fue una de las ciudades del otro lado que sufrió la furia desatada de los inicios de la Segunda Guerra Mundial, cuando el 14 de Noviembre de 1940 la por aquel entonces todopoderosa Luftwaffe redujo prácticamente a escombros la ciudad debido a su importancia industrial, hecho que el ministro de propaganda Goebbels aprovechó para acuñar el término de "coventrizar" las ciudades enemigas como parte de la guerra total.

Testigo de aquella noche es el esqueleto de piedra de la antigua catedral, cuyo techo de madera ardió furiosamente la noche del bombardeo. Si con esto no fuera bastante para resultar ya interesante el lugar, Coventry es también conocida por la leyenda de Lady Godiva, que a parte de ser una marca de bombones, fue una dama del siglo X que cabalgó desnuda por las calles de la ciudad en protesta por los abusivos impuestos que su marido exigía... ¡Yes!¡We can!


La catedral antigua

En efecto, Coventry es una ciudad no demasiado grande por la que es agradable desplazarse a pie y que por los sucesos descritos rebosa historia. La catedral antigua, es en realidad la segunda que se construyó en Coventry, siendo la primera las ruinas de la iglesia de un priorato del que no quedan ni vestigios, y la tercera y más moderna, la reconstrucción de la catedral junto al esqueleto de aquella cuyo techo ardió.

La silueta del esqueleto de piedra roja recortada contra el cielo no deja de ser una visión de espectacular contemplación desde el interior de la desierta y otrora cubierta nave. Transmite una sensación de conjunto inconcluso a medio construir, como si las piezas hubieran sido allí dejadas para pronto ser completadas con los vidrios de colores de sus ventanales y el remate de sus techos.

Catedrales recortables

Pero eso que hoy vemos no son más que los restos dejados por las bombas incendiarias, que consumieron totalmente el antiguo techo de madera y respetaron toda la estructura de sólida roca tallada entre los siglos XIV y XV.

Ahora el complejo es el núcleo del antiguo Coventry, rodeado de calles empedradas al más viejo y puro estilo británico en el que se puede tomar la cena (temprana, por supuesto) o degustar algunas de las cervezas ale de las islas.


La estatua de Lady Godiva

Los vestigios que hacen referencia a la leyenda de Lady Godiva, se materializan en forma de la estatua de la dama del centro de la plaza comercial no muy lejana a las ruinas de la antigua catedral de Coventry.

A su alrededor se encuentra la zona más comercial y animada de la ciudad, llena de tiendas, restaurantes y bares en los que poder reposar tomando algo o comiendo (aunque no pueda decirse deleitándose con la ¿cocina? británica).

Lady Godiva

Como decía esta sea posiblemente una poco turística y escasamente frecuentada ciudad británica a la que acudí por un proyecto  colaborativo realizado con la universidad local... mismo motivo por el que por lo menos para ese mismo cometido frecuenté lugares tan variados como Birmingham, Zamora, Tessalonika o mi manida Bruselas... ¡ay! ¡pero que de menos lo hecho!

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