American Cat: The world is mine (Llegada a NY)

Hay una extraña conexión entre el personaje interpretado por Al Pacino en el "Precio del Poder" (Scarface), Tony Montana y Nueva York que no acabo de llegar a entender. Vale que Tony viaja a Nueva York por uno de sus negocios, pero es en Miami donde crea su imperio: "el mundo con todo lo que contiene".

No obstante, no es difícil comprender el sentimiento de Tony al contemplar la Gran Manzana y moverse a través del gran bullicio de Times Square, alzar la mirada al cielo y ver este tapado por la altura de los grandes rascacielos, deslumbrarse de noche con las esplendorosas luces de sus neones... va a ser difícil plasmar aquí la exagerada grandeza de la jungla de asfalto, y evidentemente, no podré cubrir todo lo que puede verse y hacerse en Nueva York, si no hablar de lo que yo vi e hice, que aunque fuera en realidad en una segunda visita, pues hace diez años ya fue mi primera vez, no llegará ni a una pequeña parte de lo que en una ciudad que nunca duerme puede experimentarse.

Por eso tampoco hablaré en riguroso orden cronológico sobre las visitas que hice, en el orden que las hice, pero si intentaré agrupar por temáticas o zonas para facilitar el seguimiento y lectura, así como para mostrar planes y lugares que pueden incluirse totalmente o en parte en cualquier planificación propia de un viaje a Nueva York. Más o menos es lo que hice yo siguiendo un fantástico blog en español sobre la ciudad de Nueva York, que dejaré como referencia al final de este primer post.

Como primera aproximación a la inacabable ciudad de Nueva York, este post será una visión general sobre la llegada y una propuesta básica de actividad inicial a realizar como primera exploración de Manhattan centro y sur, además de hablar de uno de los espectáculos más famosos de Nueva York y Broadway, los musicales.


Llegada a Nueva York

Tras dejar atrás Boston South Station en un autobús de la compañía Bolt Bus que salía hacia Nueva York a las 7:30h de la mañana, cogimos la autopista hacia el sur con paradas en Hartford y New Haven que nos llevarían después de poco más de cuatro horas hasta Nueva York. A esas horas el viaje es plácido y el silencio absoluto: los pocos pasajeros que toman el autobús tan temprano están más interesados en echar una cabezada que en dormir entre ellos, así que eso es más o menos lo que hicimos nosotros también.

Cuando falta poco más o menos de media hora, se empieza a divisar en el horizonte el gran skyline de Nueva York con sus enormes edificios. Entramos por la parte de arriba, el Bronx y la periferia, y cruzamos por uno de los puentes hacia la isla de Manhattan. Finalmente, después de cruzar Manhattan de este a oeste por la calle 36th, se detiene en nuestra parada final, junto a la 11 Avenida.

Son poco más de las doce, y nuestro primer objetivo será llegar a nuestro hotel en pleno Times Square a dejar nuestro equipaje para luego comer algo. Para los días que íbamos a pasar en Nueva York, había elegido el Hotel Mela Times Square, en la céntrica ubicación, si bien como muchos de los puntos interesantes están en el sur de Manhattan o alrededor de Central Park, quizás hubieran sido también buenas ubicaciones en donde establecer nuestro campamento base.

Así fue como nada más llegar cometimos la primera salvajada neoyorkina... por alguna razón, parecía que ningún taxi quería detenerse para llevarnos, por lo que comenzamos a arrastrar nuestras maletas en una travesía que, desistiendo ya de intentar parar un taxi, nos tendría que llevar de la onceava avenida hasta Broadway con la 44th St. Más tarde creí intuir que el hecho de que no parase ningún taxi se debió a que estaba llamándolos desde el lado izquierdo de la calle, pareciendo que por algún motivo su lugar de carga y descarga es el derecho... a saber.

Después de unos 40 minutos soportando el atroz calor y carreteando nuestras maletas, llegamos por fin a nuestro hotel, en el que nuestra habitación no estaba aún preparada pero nos las guardaron hasta más tarde para mientras ir a comer alguna cosa. Fuimos aconsejados de ir a un chiringuito italiano llamado Park Italian Gourmet en las cercanías del hotel, así que allí fuimos. Era un antro totalmente auténtico de los de toda la vida llevado por italianos que preparaban comida casera a granel de la que se podía servir uno de esto o aquello... y todo mezclado. Todo servido en platos de plástico, muy barato pero la verdad nada apetecible, ni a nuestro gusto nada bueno, pero por lo menos ya habíamos comido algo para aprovechar el tiempo.

Times Square en todo su poderío

Al volver a nuestro hotel ya estaba lista nuestra habitación, por lo que tras prepararnos nos dispusimos a salir a pasar la tarde fuera. Por supuesto ya tenía los planes preparados para lo que nos quedaba de día, e iban a consistir en un paseo a pie desde Times Square hasta el Battery Park en el extremo sur de Manhattan, tras lo cual iríamos a ver "Wicked" a uno de los teatros cerca del hotel, con las entradas que llevaba compradas desde hacia semanas.


Un paseo desde Times Square a Battery Park por Broadway

Como introducción a la Gran Manzana, recorrerse la Avenida Broadway desde el sur (Battery Park) hasta Times Square o a la inversa como fue en nuestro caso es imprescindible para conocer Nueva York, pues es un paseo que acerca a muchos de los lugares más destacables del centro y sur de Manhattan.

En total, se trata de un paseo de unos 6 kilómetros de recorrido en los que se visita lo fundamental de Manhattan, como el Toro de Wall Street, Wall Street (calle que sale de la misma Avenida Broadway), el Soho (que muestra las tendencias marketinianas del futuro y un laboratorio de pruebas para determinados productos que después se venderán masivamente en el resto del mundo) y atraviesa diferentes barrios como el italiano Little Italy o Chinatown para acabar en el distrito financiero.

En Battery Park además íbamos a ver donde se cogen los ferries a la isla Ellis y de la Libertad donde está la famosa estatua, pues la práctica totalidad del día siguiente íbamos a dedicarla a la visita de esas islas, ya que en nuestra primera ocasión es algo que ya no pudimos hacer.

Empezamos pues nuestro paseo sobre poco más de las dos de la tarde y tendríamos hasta las 19h que deberíamos estar en el Gershwin Theatre para disfrutar del musical del cual teníamos entradas reservadas. El primer punto de interés sin movernos del punto de partida, iba a ser la propia Times Square (que nos íbamos a cansar de ver de día, de noche...) y sus impresionantes carteles publicitarios y altos edificios.

Times Square de noche

Lo más odioso de Times Square es la marabunta humana presente a todas horas que hacen prácticamente intransitable la plaza. El único momento en que está más o menos despejada es a primera hora de la mañana, pero se convierte en algo prácticamente imposible y harto agobiante cruzar el caudal humano a otras horas.

It never sleeps

Además en los alrededores de Times Square está el distrito de los teatros, en donde se representan los más famosos musicales de Broadway que se anuncian en la propia plaza: el Rey León, el Fantasma de la Opera o el propio musical de las brujas de Oz que íbamos a ver: Wicked. Broadway baja por aquí entre la sexta y séptima avenida, y empezamos a seguirlo calle abajo.

Bajando por Broadway a la altura de la 34th St. nos encontramos junto al omnipresente Macy's, que se alza bajo la sombra del primer gran célebre edificio de Nueva York, el Empire State Building, al que ya le dedicaré más atención en próximas entregas gatunas.

Compra, compra...

Siguiendo el recorrido hacia el sur, se llega a la altura del Madison Square Park, en donde a través de los árboles se puede ver una bonita perspectiva de los rascacielos del lado norte, y en donde en la esquina con la 23th St. se encuentra otro de los edificios más representativos de Nueva York por su forma de plancha, el Flatiron, acabado de construir en 1902 y que fue el primer rascacielos de la ciudad en ser erigido ocupando esta manzana triangular.

El edificio plancha

A la altura de la 17th se llega a Union Square, donde se pueden ver más panorámicas de los rascacielos emergiendo entre los árboles del parque. Siguiendo hacia abajo nos adentramos primero en el barrio italiano, Little Italy, y por debajo de Canal St. nos metemos de lleno en pleno Chinatown, con sus carteles en chino e incluso algunos edificios con forma de pagoda y decoración oriental.

Vista de los rascacielos desde un parque

Dejados atrás los barrios más étnicamente históricos de Manhattan (ya que ahora está la pequeña Rusia, Corea, Brasil... pero estos fueron los pioneros por lo menos...) llegamos a las inmediaciones del Ayuntamiento de Nueva York, para entrar en el distrito financiero que cubre todo el sur de Manhattan.

El ayuntamiento

En nuestro paseo hacia el sur, pasamos justo por delante de Wall Street, cerca ya del extremo sur de la isla, en donde nos encontramos con la Iglesia de la Trinidad, que ha quedado rodeada por los altos rascacielos del distrito financiero en el sur de Manhattan.

Iglesia de la Trinidad cerca de Wall Street

Desde aquí, podemos tener la primera buena vista de la nueva torre One World que se ubica en el lugar original de las Torres Gemelas, derribadas en el atentado del 11 de Setiembre de 2001. Tanto a la nueva torre, como al memorial, y al distrito financiero, dedicaré un monográfico aparte ya que en la zona hay muchos de los lugares de interés del sur de Manhattan: Wall Street, la bolsa de Nueva York, la estatua del Charging Bull y la niña, el Memorial del 11-S...

La nueva torre One World

Un poco más adelante tras el largo paseo se llega a Battery Park, ya en la punta sur de Manhattan. Desde este parque parten los ferris que van tanto a la Isla de la Libertad, en donde se puede visitar la célebre estatua, como a la Isla de Ellis, lugar de recepción de las hordas de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos durante el siglo XIX y primera mitad del XX sobretodo.

Una vez comprobada la ubicación del chiringuito de Statue Cruises, la única compañía de hecho autorizada a operar ferris entre Manhattan, las islas y New Jersey, vemos los alrededores de Battery Park, un parque muy normal en el que aparte de las vistas destaca el monumento a la Marina.

Memorial de la US Navy

Desde Battery Park, respecto a las vistas, lo relevante es que es uno de los puntos desde donde se puede ver desde lejos la silueta de la Estatua de la Libertad en la isla de nombre homónimo, así como la cercana Isla de Ellis con el edificio de inmigración perfilado contra el horizonte. Íbamos a dedicar el día siguiente a visitar las islas, a las que también dedicaré un post temático.

La estatua de la Libertad desde Battery Park

Como empezaba a ser hora de estar por la zona del teatro Gershwin para asistir al musical, tomamos el metro amarillo en Rector St. de vuelta a Times Square y un poco más... hasta la 50th St. pues nuestro teatro esta en la 51th.


Musicales de Broadway

Como ya he comentado, llevábamos entradas para "Wicked" compradas con semanas de antelación para un día y hora determinados, que íba a ser ese 24 de mayo a las 19h. Los espectáculos de Broadway son mundialmente conocidos, y suele ser una actividad típica irresistible la de ir de espectador a uno de estos espectáculos aunque no se entienda ni jota (honestamente, debo reconocer que aunque hable inglés, cuesta mucho seguir el ritmo rápido de las conversaciones y las canciones).

Pese a la barrera que puede suponer el idioma, no deja de ser algo que desmerezca ante la espectacularidad de muchas de las funciones, en las que además actúan intérpretes de primer nivel. Eso si, las localidades más modestas según el espectáculo cuestan más de $200 para los espectáculos más famosos (El Rey León sobretodo, o el propio Wicked) aunque suelen ser algo más asequibles para funciones que llevan mucho más tiempo en cartel (literalmente décadas algunas) como por ejemplo el Fantasma de la Ópera.

El distrito de los teatros se extiende aproximadamente desde Times Square hasta la calle 55th a ambos lados de Broadway. Si bien es posible comprar las entradas allí mismo, pues se ofrecen por la calle o en los propios teatros, es recomendable llevarlas de antemano ante el riesgo de no encontrar localidades para el espectáculo seleccionado. Dejo en las referencias la página oficial de los espectáculos de Broadway en donde pueden consultarse las funciones en cartelera y los teatros donde se representan, así como en la que pueden comprarse los tickets.

En nuestro caso con Wicked, fuimos congratulados por la revisora de las entradas por venir desde tan lejos a ver un espectáculo de Broadway, dándonos sus deseos de que lo disfrutáramos. Wicked es algo así como la precuela del argumento narrado en El Mago de Oz, de acuerdo a la novela Wicked: Memorias de una bruja mala, de Gregory Maguire, en la que se narra desde la perspectiva de las brujas que quizás Elphaba, la bruja mala, no lo era tanto.

Wicked a punto de empezar

Es actualmente la sexta producción que ha permanecido más tiempo en cartel después de 15 años, y ha ganado varios premios Tony a su  producción. Ha dado el salto además a otros países, representándose en Londres, México y Osaka.

Tras un largo día en el que nos habíamos levantado muy temprano, nos fuimos a cenar algo rápido a un pequeño restaurante italiano al lado del hotel, que resultó ser bastante bueno. Tras un último vistazo a Times Square iluminado de noche, estábamos deseando irnos a dormir para coger fuerzas a la que sería nuestra excursión a las islas al día siguiente.


Referencias

A Nueva York
Sea quizás este el mayor y más completo blog en español sobre la Gran Manzana, llevado por unos españoles que viven en Nueva York y analizan hasta el último rincón de la ciudad. Muy recomentable para preparar un viaje.
Sitio web: https://www.anuevayork.com/

Musicales de Broadway
Desde esta página pueden consultarse los espectáculos de Broadway en cartelera y sus horarios, así como da la  posibilidad de adquirir entradas para un día y fecha concretos a través de la red.
Sitio web: https://www.broadway.com/shows/tickets/

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