American Cat: Nerds y Chinatown

Nuestro cuarto día en Boston, 22 de mayo, íbamos a dedicarlo en su mayor parte a la visita de los campus universitarios de las mundialmente famosas universidades de Harvard y tecnológica de Massachusetts (MIT), si bien la excursión resultaría un tanto deslucida por la inclemente lluvia que no paró de caer en todo el día y que nos hizó acortar la visita.

La tarde la dedicaríamos así mismo a recorrer la zona de Chinatown en los alrededores de la Boston South Station hasta llegar de nuevo al Parque Commons, y nos iríamos a descansar un rato al hotel antes de cenar hartos de mojarnos y carretear con los paraguas.


Harvard

Despertamos esa mañana a un día gris que auguraba lluvias, por lo que preparamos nuestra cartera con unos paraguas aunque por el momento el tiempo se aguantaba. Para llegar a Harvard debe tomarse la línea roja de metro desde la South Station, así que como casi todas las mañanas cruzamos los puentes que unen el Watersea Front Boulevard con el distrito financiero y nos encaminamos al gran intercambiador de transporte que es la Boston South Station, en donde se unen metros, trenes de cercanías y de gran distancia.

Igualito que en Fringe

Tras un buen rato y un buen número de estaciones, así como después de cruzar el río Charles, se llega a la parada de Harvard en la localidad de Cambridge, que actualmente quedó ya integrada también con Boston, como es el caso de Charlestown.

Respecto al nombre de la universidad, Harvard, se refiere a John Harvard, al contrario de las afirmaciones de uno de mis antiguos profesores de ingenieria que aseguraba que su nombre se derivaba de la palabra "hardware" pues allí era donde se había inventado el concepto (sic). Piadosamente mi memoria ha olvidado el nombre del perpetrador de tan portentosa reflexión. La Universidad de Harvard coge su primer nombre cercano al actual con Harvard College (anteriormente New College) en 1639.

Total, que como ya venía siendo habitual algunos otros días, nos dirigimos a tomar un pírrico desayuno al Starbuck's más cercano antes de entrar en tan magna institución. El metro para en la puerta de entrada al recinto de Harvard, y cerca como no, había un local de la franquicia de los cafeles.

El campus

Una vez saciados, entramos en el campus de Harvard para descubrir que estaban preparando las ceremonias de graduación de final de curso, pues siendo finales de mayo como era los cursos estaban acabando y de hecho había por allí muchos estudiantes pululando con su virrete, así como carteles que anunciaban los últimos exámenes del año.

Con todo el patio central lleno de sillas y un escenario al frente, lo más interesante de ver, aparte del campus en si con sus edificios de ladrillo rojo, es la estatua de su fundador, John Harvard, y el imponente edificio de la biblioteca.

Sobre la estatua y la universidad en general, circulan varias leyendas que son falsas. La primera es que hay que tocar el pie izquierdo de la estatua de John Harvard para que dé suerte, porque los estudiantes lo hacen tradicionalmente, pero ni es una tradición en Harvard ni la estatua representa en realidad al propio John Harvard (aunque lo ponga). Se trata del estudiante Sherman Hoar que se hizo famoso entre sus compañeros por posar para este fin. ¡Es más, no hay representaciones reales de John Harvard! Para colmo ni siquiera John Harvard es el fundador de la universidad, aunque si fue su mayor benefactor.

La estatua que no es de John Harvard

En el campus de estilo inglés con sus edificios de ladrillos rojos y jardines de hierba, destaca como comentaba uno de los mayores edificios, la Biblioteca Universitaria, de porte renacentista, donado por la madre de uno de los desaparecidos en el hundimiento del Titanic, un joven que acababa de graduarse en sus aulas.

Estudiantes alrededor de la biblioteca

Como toda universidad que se precie, esta también tiene su escudo y lema. El escudo universitario muestra su color, el rojo, y su lema es “La Verdad”, lo que estimula a sus miles de pupilos en la búsqueda de lo verdadero en el saber, en el trabajo, en el progreso, y en la propia vida. Alumnos ilustres que siguen estos valores son el presidente Barack Obama, el empresario Bill Gates o a la actriz Natalie Portman, alumnos que fueron de la casa, aunque bien podría ser también el de Fox Mulder.

Fuera ya del campus propiamente dicho, destaca el impresionante edificio de la escuela de diseño industrial, que produce pequeños monstruitos obsesionados con la usabilidad y la apariencia más que con la funcionalidad, y que suelen ser la némesis de los ingenieros.

La escuela de diseño

De aquí parte el Broadway de Cambridge, que siguiendolo hasta Prospect St. para llegar a la gran Avenida de Massachusetts, desemboca directamente en el otro monstruo académico de prestigio mundial, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, o como ellos llaman, em-ai-ti.


MIT

Tras un paseo incómodo bajo la lluvia, pues empezó a llover frente al edificio de diseño de Harvard, se llega en media hora aproximadamente a una zona con aspecto industrial que sin embargo resulta ser toda la parafarnalia que rodea a los edificios del MIT, que parece que tengan sus propias centrales eléctricas mínimo. Cerca del río pero más  próximo al centro de Boston, el instituto se funda en el siglo XIX con un campus concebido como una pequeña ciudad, pero sin la solera del de Harvard.

Edificios del MIT

No es de extrañar que sus edificios pues... sean... feos... para que nos vamos a engañar. Tipo post-soviétido guerra-frioides, en su mayoría se trata de bloques de hormigón los más veteranos, con algún otro intento de algún entusiasta arquitecto modernillo en hacer otros edificios diferentes con espacios abiertos y formas más extravagantes.

En este caso visitamos uno de los más famoso edificio, uno de los de altas columnas y cúpula, cuya entrada por la Avenida de Massachusetts da al otro lado a otros edificios del campus en los que se pueden encontrar cafeterías, lavabos y residencias de estudiantes. A una de estas entramos como si tal cosa e incluso estuvimos sentados unos ratos en sus sofás viendo a los estudiantes hacer la croqueta. Justo como los genios de "21 Blackjack" que eran estudiantes del MIT.




Aunque sea un sitio que si estás en Boston se tiene que visitar, no sé si seria por mi humor, debido a su vez al tiempo asqueroso que hacía ese día, pero no me acabó de satisfacer la visita combinada de Harvard y el MIT... más bien me aburrió bastante, por lo que decidimos dejar tan pomposos lugares de conocimiento para irnos en metro a Little Italy a comer y esperar mientras a que dejara de llover.

Ciertamente hay tours organizados por los propios estudiantes que estoy seguro hacen el recorrido y las visitas más amenas, con explicaciones de anécdotas e historia de los lugares, pero estos se ofrecen exclusivamente en inglés, lo que hubiera sido un problema para mi acompañante, y a unos precios que, o muy mal busqué, o resultan directamente extraterrestres (llegando a costar 300$ por persona en su modalidad de tours privados si no se dispone de un grupo grande al que acoplarse).


Chinatown

A la izquierda de la Boston South Station, se encuentran las calles del Chinatown de Boston, a las cuales se puede acceder a través de su puerta en forma de llámenle pagoda o arco oriental, por lo que tras comer una buena pasta en uno de los restaurantes de Little Italy, nos fuimos hasta allí para aunque paraguas en mano fuera, dar un paseo por las calles más orientales de Boston.

El metro más cercano para visitar Chinatown es Downtown Crossing, siguiendo la misma línea roja que nos había llevado a Harvard. Si no, el de Boston South Station es la otra alternativa más cercana. Aquí podremos transportarnos a las calles de China, con paradas de exóticas mercancias y comidas, extrañas frutas y otros dudosos placeres ofrecidos directamente en la calle, ver los locales de comida china, chinos pegados a las mesas de los mugrientos comedores, calles llenas de carteles en adivinad... ¡chino! y la verdad bastante roña para aburrir en las calles en general.

Big trouble in little China

En Chinatown es además donde se encuentra el Broadway de Boston, lleno de cines y teatros en donde se anuncian los espectáculos de teatro y musicales. En particular, la calle Tremont, que sube desde el límite occidental de Chinatown hasta el parque Commons es un buen ejemplo de calle de espectáculos.


Cine en la calle Tremont

Viendo que el tiempo no mejoraba, nos fuimos a descansar a eso de las cinco de la tarde a nuestro hotel, para no volver a salir hasta la hora de la cena, hora a la que por lo menos ya habría dejado de llover. 

Al día siguiente tendríamos una gran excursión en la que pasaríamos todo el día fuera, por lo que rezábamos que el tiempo fuera bueno para poder disfrutar el día, y por suerte así fue, y no solo fue bueno el tiempo, si no que quizás por eso, vivimos además una gran y rara experiencia que pocas veces se da en la actividad que explicaré en el próximo post, lo que convirtió esa experiencia en algo aún más único.


Referencias

Dejo aquí el resumen sobre como llegar a los sitios comentados con sus paradas de metro más cercanas y sus direcciones.

Harvard
Sitio web: http://www.harvard.edu/
Línea roja de metro desde South Station a Harvard.

MIT
Sitio web: http://www.mit.edu/
Línea roja de metro desde South Station a Kendall.

Chinatown
Sitio web: http://boston-chinatown.info/
Vuelta desde el MIT a Downtown Crossing con línea roja.

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