American Cat: Las brujas de Salem

Una excursión que se puede hacer fácilmente desde Boston y que en poco más de medio dia se puede finiquitar, es la de la visita a la cerca localidad de Salem, célebre por los juicios a las supuestas brujas que allí vivieron, o lo que probablemente más bien haya representado uno de los más famosos episodios de histeria colectiva de la historia.


Juicios de Salem

Los juicios de Salem, o como se dieron en llamar las audiencias locales luego seguidas por juicios más formales de acusación de brujería, se sucedieron de enero de 1692 a mayo de 1693, fueron los más famosos de los juicios por brujería celebrados en Nueva Inglaterra, ya que ni fueron los primeros ni era algo poco habitual.

El resultado de los procesos, fue la muerte de 19 hombres y mujeres, los cuales fueron ejecutados, no en la hoguera como se creería en este tipo de acusación, si no en la horca, mientras otro más murió aplastado mientras se lo torturaba para que confesase sus supuestos crímenes blasfemos.

Embrujada

Si bien está ampliamente aceptada que la causa de las acusaciones y juicios se debió al extremo fervor religioso y fanatismo es el que provocó las alucinaciones  y subsiguiente histeria colectiva, algunos historiadores sugieren que un hongo fermentado en el pan de centeno, que era uno de los sustentos principales en la población, pudo ser el que produjera también la histeria y alucionaciones, ya que el cornezuelo puede tener efectos similares al los del LSD.


Como llegar a Salem

Para llegar a Salem, se puede hacer cómodamente tomando el tren regional lila, de la línea que va de Newbury a Rockport y que tiene parada en Boston en el TD Garden, en la estación que hay en el propio estadio de los Celtics. En el tren se sentaría delante nuestro un señor que por su atuendo estaba claro que era un veterano de la Guerra de Vietnam. Ya había visto a alguno que otro luciendo una gorra, una camiseta... pero este era desde luego el arquetipo de viejo guerrero cansado, desaliñado con su vestimenta militar, petate y gorra en donde lucía los pins de sus condecoraciones, 3 corazones púrpura y el pin de los desaparecidos en combate... a saber qué había vivido aquel hombre allí sentado.

Tras poco más de media hora con alguna que otra parada, se llega a la estación de Salem, que parece que esté totalmente fuera del pueblo pero nada más lejos de la realidad, simplemente hay que continuar andando recto para llegar a uno de sus reclamos más famosos, la estatua de Embrujada, que retrata a Samantha, de la serie original de los 60-70s.


Salem

Hoy en día, el pueblo de Salem ha transformado su historia en un brillante plan de marketing que incluye atracciones espeluznantes y recorridos históricos. No hay duda que el pueblo es ideal para turistas, con su ambiente encantador, con calles de ladrillos, edificios originales de estilo victoriano y restaurantes frente al mar en los que comer marisco de la zona.

Plaza de Salem

Para profundizar sobre los eventos que hicieron famoso a este pueblo, el Museo de Brujas de Salem es el lugar para visitar y recibir una lección de historia sobre los Juicios de Brujas de 1692. Otros muchos chiringuitos, cada cual más bizarro, ilustran desde cámaras de tortura, a museos del horror, exposiciones sobre las brujas y un largo etcétera... nosotros nos dedicamos más bien a pasear por sus calles y paseo junto al mar que a ver muñecos.

Casa de bruja... clarísimamente

Los visitantes también pueden apuntarse para hacer recorridos por el pueblo, visitando sitios todavía en pie, que datan de la época de las brujas: casas originales o sus cimientos, tumbas y otros sitios históricos, que se pueden ver sin mayor problema paseando.

Al lado del mar, un espigón se adentra en lo que es el antiguo puerto hasta llegar a un pequeño faro, desde el cual se pueden apreciar las vistas, junto a algunas casas o almacenes de madera, de una época más o menos antigua que dan un aire a lo que debía ser el antiguo puerto.

El pequeño faro del puerto

Para pasar aquí algo más de tiempo, decidimos tomar en uno de los locales de marisco nuestro almuerzo del día, por lo que pedimos un menú para dos personas con langosta de Nueva Inglaterra y algunos que otros bichos varios.

Antiguo puerto y muelles

Como el pequeño pueblo no dá para más, nos volvemos hacia Boston para acabar de pasar la tarde en Bunker Hill como he explicado en el post anterior. Realmente si tuviera que escoger que ver en Boston no sería la de Salem una preferencia, y si no se tienen suficientes días se puede descartar sin mayor sufrimiento, pero ya que íbamos a pasar unos días, valió la pena la excursión.

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