Victor Charlie - Nam 2014: Viaje hacia lo desconocido

"El horror, el horror, Charlie es feliz con un plato de arroz frío y carne de rata, por eso ganara la guerra...". Reza así una de las reflexiones de Martin Sheen como el capitán Willard en quizás la que sea la mejor película sobre la guerra de Vietnam, Apocalypse Now de Francis Ford Coppola, y hacia allí nos dirigimos en aquel final de diciembre de 2014.

Charlie no hace surf

Saliendo el 30 de diciembre, llegamos debido al cambio horario y la duración del viaje al mediodía del último día del año para visitar por primera vez un país del continente asiático. Allí algunas de las palabras del capitán Willard iban a cobrar sentido completamente... sobretodo durante este accidentado viaje de ida... Empezamos.


Vuelo Barcelona-Singapur

Aún de madrugada y gracias a la amabilidad de unos familiares, fuimos recogidos para llegar hasta el aeropuerto en donde nuestro avión de Singapore Airlines partía hacia Singapur a las seis de la mañana, la que iba a ser nuestra escala de camino a Hanoi, capital de Vietnam y primera parada de nuestro viaje por Vietnam.

Singapore Airlines tiene una gran reputación junto a Emirates, Qatar, etc... de ser una de las mejores aerolíneas para este tipo de viajes intercontinentales. De hecho fuimos encarecidamente aconsejados sobre NO usar ningún tipo de aerolínea china para realizar este viaje y seguramente por la experiencia que tuvimos con los viajeros chinos en la fila de asientos delante de la nuestra puedo entender por qué.

En principio tomamos nuestros asientos, empecé a familiarizarme con el "sistema de entretenimiento" de a bordo en el que posteriormente vi algunas películas, las impresionantes (por su altura, su uniforme, su exótica belleza...) azafatas dieron las habituales instrucciones y despegamos... y pronto empezaron los pasajeros chinos con sus... "costumbres".

Nunca he estado en China, me gustaría pero creo que me costaría, su talante, gastronomía, cosmovisión y costumbres sin duda resultarían todo un choque cultural para mi, y es que para ellos cosas que nosotros consideraríamos de auténticos cerdos son para ellos perfectamente normales... como no cortarse un pelo en soltar todos los pedos que sean necesarios a su voluntad aunque estén en un avión y provoquen arcadas de auténtico asco a los pasajeros de detrás, es decir nosotros... alcanzados oleada tras oleada... una delicia de choque cultural chino.

Otra cosa que pese a los supuestamente atentos servicios de la aerolínea eché a faltar fue más servicios de vasos de agua, refrescos o lo que fuera. La mayor parte del tiempo la luz estuvo apagada para dejar dormir a la gente, por lo que podían pasar perfectamente horas (y me refiero a 4... 5...) sin ofrecer agua a los pasajeros, cuando en un viaje de estas características es de vital importancia estar hidratado.

Y así es... como sucedió lo que tenía que suceder... el horror... En algún momento me dormí y perdí totalmente la noción del tiempo. Sobretodo del tiempo que hacía que no había visitado el excusado básicamente. En cierto momento me desperté bañado en sudor frío con grandes nauseas que me invitaban urgentemente a correr hacia el lavabo. Abrí los ojos, vi todo a oscuras a mi alrededor, luces de "abróchense los cinturones" encendidas pero... ¡al diablo! esto era más urgente, y llegué justo a tiempo para entrar al reducido cubículo del lavatorio y echar todo lo que llevaba dentro como si no hubiera mañana.

Nunca me había pasado algo así, ni es mucho menos lo habitual, tanto por trabajo como por placer he cogido muchos aviones en mi vida, y era la primera vez que algo así me pasaba. Cuando me quise dar cuenta como digo, llevaba... 12... 13...14 horas? Sin ir al baño y apenas sin beber ningún tipo de líquido, y acababa de sufrir un cólico renal (aunque eso lo sabría un par de días después).

Por el momento me quedé más o menos descansado (nunca mejor dicho), y un poco más tarde empezó nuestro descenso a Singapur tras 16 horas de vuelo. De lo poco que pude ver desde el aire se veía una ciudad interesante,  con aspecto occidental y grandes edificios junto a la costa, moderna y cosmopolita.


Vuelo Singapur-Hanoi

Ligeramente recuperado, entramos de lleno en el Aeropuerto Internacional de Singapur Changi, en donde debemos dirigirnos a otra terminal para tomar nuestro siguiente vuelo que ahora si nos llevará a Hanoi en 4 horas más... nada comparado con lo que llevamos. Conseguimos movernos rápidamente y de una forma muy eficiente entre las terminales usando el monorraíl dedicado a ello.

El aeropuerto es simplemente impresionante y serviría perfectamente para describir la expresión "lujo asiático" si no fuera por su pronunciada occidentalización. Los pasillos y salas son anchas y espaciosas, detalladamente decoradas, y da la sensación de estar más en un hotel de lujo que en un aeropuerto. Gran cantidad de tiendas pueden verse, pero a la hora que llegamos debido al cambio horario, otra vez sobre las 6 de la mañana de allí, no nos permitió ver gran cosa, a duras pudimos desayunar (unos huevos a la benedictina...) en uno de los locales que acababa de abrir mientras esperábamos nuestro vuelo de conexión... totalmente enloquecidos ya por el jet lag en realidad.

Este siguiente vuelo fue con Vietnam Airlines, aerolínea que usaríamos en días siguientes para movernos a Saigón y de allí a Camboya, pero eso es otra historia. Resultó ser también muy profesional y correcta, y en 4 horas más llegamos ya a Hanoi sin más incidencias, en donde fuimos recogidos para ser llevados a nuestro hotel.

Exhaustos y después de llegar al mediodía y no disponer ni de media hora para descansar, hicimos nuestra primera visita a Hanoi durante aquella misma tarde de fin de año de 2014.

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