El último día de nuestro viaje por la France nos llevó desde la costa Atlántica de vuelta a España para pasar la última noche en Donostia. Un recorrido algo largo en coche pero que nos dejó al menos la tarde y noche para disfrutar de la gastronomía vasca y nos permitió hacer una corta visita a la Gran Duna de Pyla (o Pilat), la duna de arena natual más alta de Europa.
Duna de Pyla
Efectivamente, este espacio protegido de la costa de Aquitania se encuentra a medio camino entre Donostia y Burdeos, y consiste en una gran duna de arena a la que se puede subir y divisar todo el paisaje de la costa alrededor desde una altura superior a los 100 metros en algunos puntos.
La duna continua avanzando hacia el interior desde la costa y de hecho desde hace siglos se ha intentado parar su avance mediante la plantación de arboles entre otros intentos incluso como el despliegue de obras de ingeniería para ralentizar la masa de arena, dando lugar a un ecosistema excepcional en cuanto a su vegetación, fauna, siendo un lugar de paso de migraciones de aves y en definitiva un paisaje insólito.
Donostia
Fue en este viaje como etapa final la tercera vez que había visitado Donostia. Llegamos hacia la hora de comer, a tiempo de disfrutar un tardío almuerzo en el Restaurante Gandarias, un clásico donostiarra en donde pueden degustarse pinchos pero también sentarse tranquilamente a disfrutar de sus platos típicos.
Y una vez repostados, que mejor para hacer la digestión que un paseo por el casco antiguo y la playa de la Concha. Al no ser la primera vez que visitábamos Donostia, preferimos pasear tranquilamente por los alrededores, pues otras posibilidades podrían haber sido las de subir a alguno de los montes, el Igueldo o el paseo por el Urgul con sus antiguas baterías mirando a la bahía, pero tras el trote de todos los días acumulados la idea de pasar una tarde más tranquila se hizo demasiado tentadora.
Como colofón a este fantástico viaje en el que lo pasamos tan bien hace ya casi cuatro años, encontramos una buena oferta en uno de los hoteles más carismáticos de Donostia, el Hotel Londres, y aunque nuestra habitación no resultó tener vistas a la Concha, puede decirse que esta era muy elegante, confortable y acogedora.
Ya por la noche, no podía desperdiciarse la ocasión de tomar unos pinchos con Txakoli y dar un último paseo de adiós a la Concha para acabar en nuestro hotel tomando una copa antes de ir a dormir para levantarnos pronto y emprender nuestro viaje de vuelta después de estos ocho días en octubre de 2013.
Datos de interés
Distancia: 425 km desde La Rochelle a Donostia.
Alojamiento: Hotel de Londres e Inglaterra (****)
Lugares destacables: Los montes Igueldo y Urgul, la Concha, casco antiguo.
Duna de Pyla
Efectivamente, este espacio protegido de la costa de Aquitania se encuentra a medio camino entre Donostia y Burdeos, y consiste en una gran duna de arena a la que se puede subir y divisar todo el paisaje de la costa alrededor desde una altura superior a los 100 metros en algunos puntos.
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| En la cresta de la duna |
La duna continua avanzando hacia el interior desde la costa y de hecho desde hace siglos se ha intentado parar su avance mediante la plantación de arboles entre otros intentos incluso como el despliegue de obras de ingeniería para ralentizar la masa de arena, dando lugar a un ecosistema excepcional en cuanto a su vegetación, fauna, siendo un lugar de paso de migraciones de aves y en definitiva un paisaje insólito.
Donostia
Fue en este viaje como etapa final la tercera vez que había visitado Donostia. Llegamos hacia la hora de comer, a tiempo de disfrutar un tardío almuerzo en el Restaurante Gandarias, un clásico donostiarra en donde pueden degustarse pinchos pero también sentarse tranquilamente a disfrutar de sus platos típicos.
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| Donostia, capital del pincho |
Y una vez repostados, que mejor para hacer la digestión que un paseo por el casco antiguo y la playa de la Concha. Al no ser la primera vez que visitábamos Donostia, preferimos pasear tranquilamente por los alrededores, pues otras posibilidades podrían haber sido las de subir a alguno de los montes, el Igueldo o el paseo por el Urgul con sus antiguas baterías mirando a la bahía, pero tras el trote de todos los días acumulados la idea de pasar una tarde más tranquila se hizo demasiado tentadora.
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| La Concha al atardecer |
Como colofón a este fantástico viaje en el que lo pasamos tan bien hace ya casi cuatro años, encontramos una buena oferta en uno de los hoteles más carismáticos de Donostia, el Hotel Londres, y aunque nuestra habitación no resultó tener vistas a la Concha, puede decirse que esta era muy elegante, confortable y acogedora.
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| El hotel Londres frente a la Concha |
Ya por la noche, no podía desperdiciarse la ocasión de tomar unos pinchos con Txakoli y dar un último paseo de adiós a la Concha para acabar en nuestro hotel tomando una copa antes de ir a dormir para levantarnos pronto y emprender nuestro viaje de vuelta después de estos ocho días en octubre de 2013.
Datos de interés
Distancia: 425 km desde La Rochelle a Donostia.
Alojamiento: Hotel de Londres e Inglaterra (****)
Lugares destacables: Los montes Igueldo y Urgul, la Concha, casco antiguo.
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