Amanecía el 29 de mayo, el que tenia que ser nuestro día útil de visita a los lugares de mayor interés de Philadelphia, así que nos pusimos en marcha hacia la parte histórica de la ciudad, el centro y sus alrededores, en donde se encuentran la mayor parte de los hitos de interés nacional histórico.
Por suerte, el centro de Philadelphia se extiende sobre una superficie no demasiado grande que puede ser fácilmente cubierta incluso a pie. Tomando como centro la plaza del ayuntamiento, la calle Market lleva hacia el este a los lugares de interés relacionados con la historia americana, en donde puede verse el Hall de la Independencia y la campana de la Libertad.
En cambio, si desde la plaza del ayuntamiento se toma en diagonal hacia el noroeste la Benjamin Franklin Parkway, se llega a las famosas escaleras del museo de arte de Philadelphia que subía Rocky durante su entrenamiento, siendo el mismo lugar además en el que se puede encontrar la estatua del más famoso vecino de Philadelphia, Rocky Balboa.
La única atracción turística que queda algo más lejos, de hecho no en Philadelphia si no en la vecina localidad de Camden cruzando el río, es el buque museo del acorazado New Jersey, al que dedicaré la próxima entrada pues por su interés histórico y mi propio interés personal fue para mi la visita más disfrutable de la metrópolis de Pennsylvania. De todas formas se puede llegar andando sin demasiado esfuerzo hasta el río, y allí en la estación de ferrys tomar uno para cruzar a la otra orilla donde se puede acceder al acorazado.
Hablaré de momento en esta entrada sobre la panorámica de la ciudad, centrándome principalmente en los lugares comentados: el ayuntamiento de Philadelphia. el conjunto de construcciones históricas del Hall de la Independencia, y el museo de arte y estatua de Rocky.
Por suerte, el centro de Philadelphia se extiende sobre una superficie no demasiado grande que puede ser fácilmente cubierta incluso a pie. Tomando como centro la plaza del ayuntamiento, la calle Market lleva hacia el este a los lugares de interés relacionados con la historia americana, en donde puede verse el Hall de la Independencia y la campana de la Libertad.
En cambio, si desde la plaza del ayuntamiento se toma en diagonal hacia el noroeste la Benjamin Franklin Parkway, se llega a las famosas escaleras del museo de arte de Philadelphia que subía Rocky durante su entrenamiento, siendo el mismo lugar además en el que se puede encontrar la estatua del más famoso vecino de Philadelphia, Rocky Balboa.
La única atracción turística que queda algo más lejos, de hecho no en Philadelphia si no en la vecina localidad de Camden cruzando el río, es el buque museo del acorazado New Jersey, al que dedicaré la próxima entrada pues por su interés histórico y mi propio interés personal fue para mi la visita más disfrutable de la metrópolis de Pennsylvania. De todas formas se puede llegar andando sin demasiado esfuerzo hasta el río, y allí en la estación de ferrys tomar uno para cruzar a la otra orilla donde se puede acceder al acorazado.
Hablaré de momento en esta entrada sobre la panorámica de la ciudad, centrándome principalmente en los lugares comentados: el ayuntamiento de Philadelphia. el conjunto de construcciones históricas del Hall de la Independencia, y el museo de arte y estatua de Rocky.
Independence Hall
Desde nuestro hotel, en las cercanías del ayuntamiento de la ciudad, enfilamos toda la calle Market hacia el este hasta llegar al parque en el que se encuentras los hitos nacionales históricos del Independence Hall, lugar en donde se debatió sobre la Declaración de Independencia que daría lugar a la Constitución del nuevo país, y se adoptó su aplicación.
El Hall es un pequeño edificio de ladrillo rojo construido a mediados del siglo XVIII en estilo colonial que sería usado como sede del gobierno de Pennsylvania, una de las primeras 13 colonias originales bajo el control del rey inglés. El campanario de este mismo edificio es el que albergaba originalmente la Campana de la Libertad que puede verse en un ala a parte desde fuera del propio edificio, o entrar expresamente a verla de cerca.
Honestamente, la campana, es... una campana. Simple y llanamente, una campana hendida, que aunque de gran importancia histórica para los estadounidenses no deja de ser una campana, por lo que personalmente me conforme en verla desde fuera a través de las ventanas de vidrio transparente, en lugar de perder el tiempo en una cola para verla más de cerca.
Fue a su toque al que en fecha de 8 de Julio de 1776 los vecinos de Philadelphia fueron convocados a la plaza del Independence Hall para la lectura pública de la Declaración de Independencia, siendo por ello la campana un símbolo americano relacionado con la libertad, la abolición de la esclavitud y el nacimiento de la nación.
Como puede verse, la campana se rajó y se hendió la primera vez que fue golpeada. Tras ser reparada, de nuevo, volvió a hendirse en algún momento no documentado de la primera mitad del siglo XIX, aunque se teoriza (entre muchas otras historias), que volvió a rajarse al hacerla sonar durante horas por el cumpleaños de George Washington.
El todo caso el edificio principal, el Hall de Independencia, es de suma importancia histórica para los Estados Unidos por los sucesos y eventos que allí se produjeron durante y después de la Guerra de Independencia. En su sala de asambleas en 1775 George Washington fue nombrado general y comandante en jefe del Eejército Continental americano, y el 4 de Julio de 1776 fue firmada y ratificada la Declaración de Independencia que desvinculaba a los Estados Unidos del Imperio Británico.
Para profundizar en la historia americana, es posible visitar el interior del Independence Hall en visitas guiadas (solo en inglés) en los que se repasan los sucesos más relevantes que llevaron a las colonias a la guerra, y la asamblea y firma de los documentos que se produjo en este mismo edificio, en el que se pueden visitar esas estancias.
Francamente, siendo en inglés, aunque se pueda seguir bien acaba siendo un poco pesada tan larga exposición sobre historia americana durante la que a duras penas se ven dos salas más o menos originalmente conservadas, lo que puede convertir esta visita en apta solo para entusiastas de la historia americana, pero si quiere verse este tipo de estancias tan estrechamente ligadas con la Guerra y Declaración de Independencia, no hay más opción que escuchar toda la lección.
Ayuntamiento de Philadelphia
Si volvemos hacia el oeste en lugar de seguir hacia el este, por donde llegaríamos al río, llegaríamos a una plaza en el centro a mitad de la calle Market, en donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad, que puede atravesarse bajo unos arcos que permiten pasar a través del ayuntamiento al otro lado de la calle Market.
Se trata de un edificio de mampostería con una alta torre de más de 150 metros rematada por la estatua del fundador de la ciudad, William Penn, siendo de 1901 a 1908 el edificio habitable más alto del mundo, y el más alto de Philadelphia hasta la construcción de las torres One Liberty en los años ochenta.
Su torre cuenta con cuatro relojes de ocho metros de diámetro cada uno, en cada uno de sus lados, y de hecho es posible subir al observatorio que hay en la torre justo debajo de la estatua de William Penn, a unos 150 metros de altura. Desde el observatorio pueden contemplarse unas buenas vistas del centro de la ciudad.
Sin embargo, la construcción de las torres del One Liberty Place que destacan ahora en el skyline de Philadelphia, acabó con el acuerdo informal de que ningún edificio pudiese ser más alto que la torre del ayuntamiento, con lo que la altura de la plataforma de observación del One Liberty supera ya la perspectiva que puede observarse desde la torre del ayuntamiento.
Templo masónico
Junto al ayuntamiento se encuentra otro edificio peculiar en cuanto a su arquitectura y función, el templo masónico de Philadelphia, un edificio histórico y cuartel general de la gran logia de Pennsylvania. Construido a finales del siglo XIX emula la arquitectura medieval.
El templo aloja el museo de la logia y biblioteca masónica y recibe miles de visitantes cada año que pueden ver también la estructura de sus salas y la logia. Supongo que los illuminati y reptilianos si que los mantienen ocultos al público.
Estatua de Benjamin Franklin
De camino hacia el museo de arte de Philadelphia, en la rotonda del instituto Franklin en Philadelphia, se encuentra al estilo de la de Abraham Lincoln en Washington una gran estatua en mármol blanco de Benjamin Franklin sentado. Lamentablemente por alguna razón el acceso estaba cerrado, por lo que no pude ver la estatua de cerca.
Escaleras del museo de arte y estatua de Rocky
Tras un buen rato andando por toda la extensión de la Benjamin Franklin Parkway bajo un sol achicharrante, llegamos sudorosos hasta las inmediaciones del museo de arte de Philadelphia, encontrando primero de todo una rotonda con la fuente del monumento a Washington. Se trata esta de una estatua ecuestre del general comandante en jefe del Ejército Continental, de la cual a la vez brotan generosos chorros de agua.
De la fuente de Washington a las escaleras del museo de arte de Philadelphia que Rocky subía trotando queda ya solo un paso, así que emulando al boxeador las subimos al trote para ver la fachada del museo de arte de Philadelphia, al estilo arquitectónico de un templo griego.
Al lado derecho de las escaleras es donde se encuentra la estatua del más ilustre vecino de Philadelphia, Rocky Balboa. Lo más divertido de todo es que fue el propio Sylvester Stallone el que encargó el diseño y creación de la estatua, de la cual se hicieron dos versiones, la que puede verse actualmente junto a los escalones del museo, y otra que se intentó vender por Ebay varias veces para recaudar fondos para fines benéficos, pero al astronómico precio de 5 millones de dólares de salida no se vendió.
El encargo de Stallone es debido a que la estatua aparecía en Rocky III originalmente sobre los escalones del museo, como homenaje de la ciudad al ficticio boxeador Rocky Balboa, pero la fama que ganó hizo que su exposición acabara siendo permanente junto a las míticas escaleras, por lo que junto a los turistas que imitan la subida de escaleras de Rocky, hay siempre otro grupo junto a la estatua esperando turno para fotografiarse con el púgil.
Tas haber dedicado la mañana al Hall de la Independencia y en gran parte también a la visita del acorazado New Jersey del que hablaré en la próxima entrada gatuna, pasamos buena parte de la tarde realizando el paseo descrito desde el ayuntamiento a la estatua de Rocky y vuelta.
Por la noche, tras descansar un rato en nuestro hotel, nos fuimos a cenar unos pequeños platos en plan tapas a una agradable terraza cerca de las torres del One Liberty Plaza. Al día siguiente nos levantaríamos extremadamente pronto para coger un autobús de una compañia diferente, en este caso Megabus, que nos llevase a la capital del país y la que sería nuestra última ciudad a visitar: Washington DC, pero primero, antes de pasar al Distrito de Columbia (que es lo que DC significa...), Gatto se explayará a gusto con la esperada visita al Big-J, uno de los mayores acorazados de la Segunda Guerra Mundial.
Ayuntamiento de Philadelphia
Si volvemos hacia el oeste en lugar de seguir hacia el este, por donde llegaríamos al río, llegaríamos a una plaza en el centro a mitad de la calle Market, en donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad, que puede atravesarse bajo unos arcos que permiten pasar a través del ayuntamiento al otro lado de la calle Market.
Se trata de un edificio de mampostería con una alta torre de más de 150 metros rematada por la estatua del fundador de la ciudad, William Penn, siendo de 1901 a 1908 el edificio habitable más alto del mundo, y el más alto de Philadelphia hasta la construcción de las torres One Liberty en los años ochenta.
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Ayuntamiento de Philadelphia |
Su torre cuenta con cuatro relojes de ocho metros de diámetro cada uno, en cada uno de sus lados, y de hecho es posible subir al observatorio que hay en la torre justo debajo de la estatua de William Penn, a unos 150 metros de altura. Desde el observatorio pueden contemplarse unas buenas vistas del centro de la ciudad.
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Torre del ayuntamiento |
Sin embargo, la construcción de las torres del One Liberty Place que destacan ahora en el skyline de Philadelphia, acabó con el acuerdo informal de que ningún edificio pudiese ser más alto que la torre del ayuntamiento, con lo que la altura de la plataforma de observación del One Liberty supera ya la perspectiva que puede observarse desde la torre del ayuntamiento.
Templo masónico
Junto al ayuntamiento se encuentra otro edificio peculiar en cuanto a su arquitectura y función, el templo masónico de Philadelphia, un edificio histórico y cuartel general de la gran logia de Pennsylvania. Construido a finales del siglo XIX emula la arquitectura medieval.
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Templo masónico |
El templo aloja el museo de la logia y biblioteca masónica y recibe miles de visitantes cada año que pueden ver también la estructura de sus salas y la logia. Supongo que los illuminati y reptilianos si que los mantienen ocultos al público.
Estatua de Benjamin Franklin
De camino hacia el museo de arte de Philadelphia, en la rotonda del instituto Franklin en Philadelphia, se encuentra al estilo de la de Abraham Lincoln en Washington una gran estatua en mármol blanco de Benjamin Franklin sentado. Lamentablemente por alguna razón el acceso estaba cerrado, por lo que no pude ver la estatua de cerca.
Escaleras del museo de arte y estatua de Rocky
Tras un buen rato andando por toda la extensión de la Benjamin Franklin Parkway bajo un sol achicharrante, llegamos sudorosos hasta las inmediaciones del museo de arte de Philadelphia, encontrando primero de todo una rotonda con la fuente del monumento a Washington. Se trata esta de una estatua ecuestre del general comandante en jefe del Ejército Continental, de la cual a la vez brotan generosos chorros de agua.
De la fuente de Washington a las escaleras del museo de arte de Philadelphia que Rocky subía trotando queda ya solo un paso, así que emulando al boxeador las subimos al trote para ver la fachada del museo de arte de Philadelphia, al estilo arquitectónico de un templo griego.
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Fuente de Washington |
Al lado derecho de las escaleras es donde se encuentra la estatua del más ilustre vecino de Philadelphia, Rocky Balboa. Lo más divertido de todo es que fue el propio Sylvester Stallone el que encargó el diseño y creación de la estatua, de la cual se hicieron dos versiones, la que puede verse actualmente junto a los escalones del museo, y otra que se intentó vender por Ebay varias veces para recaudar fondos para fines benéficos, pero al astronómico precio de 5 millones de dólares de salida no se vendió.
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Estatua de Rocky |
El encargo de Stallone es debido a que la estatua aparecía en Rocky III originalmente sobre los escalones del museo, como homenaje de la ciudad al ficticio boxeador Rocky Balboa, pero la fama que ganó hizo que su exposición acabara siendo permanente junto a las míticas escaleras, por lo que junto a los turistas que imitan la subida de escaleras de Rocky, hay siempre otro grupo junto a la estatua esperando turno para fotografiarse con el púgil.
Tas haber dedicado la mañana al Hall de la Independencia y en gran parte también a la visita del acorazado New Jersey del que hablaré en la próxima entrada gatuna, pasamos buena parte de la tarde realizando el paseo descrito desde el ayuntamiento a la estatua de Rocky y vuelta.
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Museo de arte y escaleras de Rocky |
Por la noche, tras descansar un rato en nuestro hotel, nos fuimos a cenar unos pequeños platos en plan tapas a una agradable terraza cerca de las torres del One Liberty Plaza. Al día siguiente nos levantaríamos extremadamente pronto para coger un autobús de una compañia diferente, en este caso Megabus, que nos llevase a la capital del país y la que sería nuestra última ciudad a visitar: Washington DC, pero primero, antes de pasar al Distrito de Columbia (que es lo que DC significa...), Gatto se explayará a gusto con la esperada visita al Big-J, uno de los mayores acorazados de la Segunda Guerra Mundial.
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