American Cat: Central Park

Por último, pero no menos importante, me quedaba por hablar de otro de los lugares imprescindibles y emblemáticos de Nueva York, su pulmón, una extensión de casi 3,5 kilómetros cuadrados de vegetación en medio de la ciudad que constituye el mayor oasis de escape de la frenética actividad de la urbe. Ese es efectivamente, el llamado Central Park, un rectángulo de 4x0,8km en el centro de Manhattan entre las calles 110th al norte, y 59th al sur.

Ha aparecido en tantas películas, series y todo tipo de referencias populares que sea posiblemente el parque más famoso del mundo, y por lo menos el parque americano más visitado, superando de largo a parques nacionales como el del Gran Cañón en Arizona.

Por increíble que parezca entre tanto rascacielos, el parque y su entorno natural es un santuario de aves migratorias, por lo que no es difícil ver cantidad de pájaros diferentes, así como observadores de estos. No obstante, parte de la estructura del parque está formada por los lagos artificiales del "Jackeline Kennedy's Reservoir" y el conocido como "The Lake", además de otros puntos de interés en el interior del parque que revisaré en esta entrada.

Desde el interior del parque, además de poder visitar los lugares de interés, se pueden contemplar especialmente desde el "Sheep Meadow" algunas de las mejores vistas de los edificios alrededor del parque, incluyendo el famoso y exclusivo edificio Dakota o los apartamentos Majestic con su llamativa silueta, además de otros lugares literalmente de película que paso a comentar.


Central Park

Antes de pasar punto por punto a describir algunos de los lugares más interesantes, para poner un poco en contexto la existencia y razón de ser del parque en medio de Manhattan, este se proyectó a partir de 1853 como un espacio abierto de recreo para la población del área metropolitana de Nueva York, tomando como modelo los grandes parques de otras ciudades como Hyde Park en Londres o el Bosque de Boulogne en París, para ya en aquel entonces permitir a la creciente población de Nueva York alejarse de la caótica ciudad.

Durante su historia pasó por periodos de decadencia, ya a finales del siglo XIX, en el que un parque más bien abandonado con su vegetación y árboles estropeados necesitaría futuros reacondicionamientos. Ya en los años 60 del siglo XX fue reconocido como sitio de interés histórico nacional, pero aún durante los 70 debido a la crisis social y fiscal de la ciudad vivió uno de sus peores periodos de degradación, en donde el vandalismo y criminalidad campaban a sus anchas por el parque.

Fue ya a partir de los años 80 cuando se planteó seriamente una rehabilitación y restauración del parque, con un rediseño que apartara el tráfico de sus caminos y recuperase su arquitectura, así como limpiase de vandalismo y pintadas sus construcciones e invirtiera en la conservación de sus elementos arquitectónicos. Desde entonces, el grupo especial del Central Park Conservancy supervisa todos los proyectos que involucran al parque, desde la construcción de espacios especiales hortícolas, a la limpieza y conservación de sus espacios.

De los interminables lugares escondidos en las entrañas de Central Park se podría hablar largo y tendido durante horas y horas (o páginas y páginas en mi caso), por lo que más que hablar de todos ellos hablaré de los que vi y más me gustaron. Realmente bien se podría dedicar un día entero a Central Park y seguramente no se verían todos sus rincones, pero por lo menos aquí repasaré algunos de los más relevantes. Veamos algunos de ellos en mayor detalle.


Umpire Rock

Entrando al parque desde Columbus Circus en la esquina de la octava avenida con la calle 59th, el primer elemento peculiar que se encuentra es la gran roca llamada Umpire Rock, desde la que se pueden apreciar las primeras espectaculares vistas de los edificios alrededor de Central Park en la octava avenida desde este punto rocoso más elevado y relativamente despejado de árboles alrededor.

Vista desde la Umpire Rock

También conocida como la Rat Rock, se trata de una protusión de la roca que compone el lecho pedregoso real de la isla de Manhattan, esquisto de tiempos prehistóricos en el que pueden apreciarse en sus grietas las cicatrices de pasadas glaciaciones.

Con una altura de hasta cinco metros sobre el nivel de Central Park, esta roca es frecuentada por practicantes de la escalada urbana, además de otros visitantes que sobre la roca pueden disfrutar de una espléndida vista de los edificios del parque que dan a la octava avenida y calle 59th.


Sheep Meadow

Continuando hacia el norte desde la Umpire Rock, se llega a un terreno llano que constituye un gran espacio abierto en forma de pradera de hierba, desde el que pueden verse algunas de las mejores vistas de los edificios a uno y otro lado del parque. Es un lugar popular para pasar el día, por lo que se han llegado a contar hasta 30.000 personas en el lugar simultáneamente, y también es donde se realizan y se han realizado durante la historia del parque, diversas manifestaciones culturales y políticas.

Edificios desde Sheep Meadow

De hecho desde los últimos tiempos se intentan limitar los eventos multitudinarios en la pradera, como manifestaciones, conciertos u otro tipo de reuniones políticas, y quizás por eso en mi última visita el acceso estaba vallado y restringido al paso.


El lago y Bow Bridge

El lago es la segunda extensión en superficie de agua del parque, y es transitado por barcas de remos con las que se puede navegar por él. A su alrededor, la intricada red de caminos y senderos que permiten rodear el lago entre la vegetación como si de un jardín salvaje se tratara, permite divisar también fantásticas vistas del lago y los edificios alrededor del parque reflejados en este.

El puente de Bow Bridge sobre el lago, es el más largo de los puentes que pueden encontrarse en el parque. Así, fue construido con una distancia de poco más de 25 metros a mediados del siglo XIX y una decoración metálica forjada antigua con motivos de intrincados arabescos. La visión del puente sobre el lago desde el otro lado de este se admira como una idílica estampa de paz que abstrae del ruido de la ciudad.

The Lake

Sin embargo, no es la panorámica del puente y su entorno en si el mayor atractivo de este, si no que lo más emocionante es que nos encontramos, e aquí, con uno de los lugares cinematográficamente más caristmáticos que pueden visitarse en el parque.

Bow Bridge

Por supuesto muchos lugares de Central Park han aparecido en multitud de películas y pueden resultar más emblemáticos, pero en el caso concreto de este puente, es famoso por su aparición en la inolvidable película ochentera "Los Inmortales". En la escena en donde aparece, Connor McLeod se encuentra sobre el puente con un amigo con el que se encuentra después de siglos, hablan y toman un trago, con los edificios de la ciudad como fondo.


Strawberry fields

Un lejano 8 de diciembre de 1980, en la intersección de la calle 72th con Central Park, John Lennon fue asesinado por Mark David Chapman, obsesionado con el libro del "Guardián entre el centeno", de cinco disparos a la entrada del edificio Dakota, donde el Beatle vivía.

Homenaje a Lennon

La gran conmoción que produjo el suceso y la posterior muerte de John Lennon, activista social y político pacifista, dió pie a la creación de un espacio memorial para su recuerdo justo en la zona del parque frente a la que Lennon vivía, y la cual solía frecuentar en sus paseos y de la cual decía ser su favorita.

El memorial consta de un jardín en el que se plantaron diversos árboles enviados como regalo por diferentes naciones, como abedules de la Unión Soviética o arces de Canadá. Sobre ellos, sobresale por su relevancia el mosaico de piezas blancas y negras, regalo de la ciudad de Nápoles, con la palabra "Imagine", título de su canción más recordada.


Los apartamentos Majestic y San Remo

Cerca del edificio Dakota se encuentra otro peculiar edificio reconocible por su perfil de dos torres y estilo art decó. Se trata del edificio Majestic, un edificio de apartamentos del tiempo de la Gran Depresión por el que han pasado durante su historia famosos e infames inquilinos, como Lucky Luciano o Frank Costello, algunos de los mayores jefes de la mafia Genovese.

Edificio Majestic

Edificio San Remo

Son más famosos aún los inquilinos del edificio San Remo, de perfil parecido al del Majestic, por lo que no es díficil confundirlos. Este es otra cooperativa de apartamentos por la que han pasado personajes como Steven Spielberg, Donna Karan, Bono, Steve Jobs o Dustin Hoffman entre muchos otros... está claro que quien vive al borde de Central Park maneja.


Castillo del Belvedere

Cerrado por restauración en esta mi segunda visita a los entresijos del parque, recuerdo aún de mi primer viaje la impresión de visitar un pequeño castillo en miniatura con algunas atracciones alrededor, como el estanque de tortugas.

El castillo Belvedere

La idea es que el Belvedere sea el punto de reunión de personas interesadas en la naturaleza, la ciencia y la investigación, pues se trata además de la sede de un observatorio astronómico con telescopios, un lugar de descubrimientos e investigación en el que pueden usarse microscopios, y otros muchos objetos expuestos relacionados con la ciencia y la investigación.


Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir

Más o menos en el centro del parque se encuentra la mayor extensión en superficie de agua, en el que es el mayor lago artificial del parque, construido entre 1858 y 1862. Llamado así en honor a la neoyorquina esposa del 35º Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, fue rebautizado con este nombre en 1994.

El lago del Reservoir

Se extiende casi en totalidad de este a oeste del parque y lo rodea una pista usada generalmente por corredores y practicantes de deporte. Gracias al espacio abierto del lago, se pueden contemplar buenas vistas tanto del entorno del lago como de los edificios alrededor del parque.


Cedar Hill

Una pequeña colina con un promontorio que proporciona una vista elevada del lado este del parque y de los edificios de la quinta avenida. Quizás uno de los mejores puntos para hacer bonitas fotografías de este lado del parque con los edificios que limitan por este lado.

Vista desde Cedar Hill


Alice in Wonderland

La historia detrás de la bonita estatua de Alicia en el País de las Maravillas no es menos inspiradora. George T. Delacorte, millonario y filántropo neoyorquino que había perdido recientemente a su esposa, buscaba una forma de honrarla y recordarla con un memorial, cuando un día paseando por Central Park viendo jugar a unos niños recordó que su esposa era una gran admiradora de la obra de Lewis Carroll.

Así surgió la idea de crear una estatua de Alicia en el País de las Maravillas, inspirada en los dibujos originales de la primera edición de la novela, con Alicia sentada sobre una seta rodeada de los personajes más carismáticos de la obra: el sombrerero loco, el gato (gatto?) de Chesire, el conejo...

Alicia in Wonderland

Además el encargo de la creación de la estatua fue hecho a José de Creeft, escultor español que para la figura de Alicia tomó como modelo a su hija, y que caricaturizó al propio George T. Delacorte como el sombrerero loco.

És uno de los puntos más populares y visitados del parque, y llega a hacerse difícil poderse fotografiar con Alicia y los personajes del País de las Maravillas, pero con un poco de paciencia es posible y hasta se puede posar sentado en una seta junto a Alicia.


Despedida de Nueva York

Y hasta aquí las entradas dedicadas a Nueva York... y tanto en mi blog como en el adiós a los días pasados en Nueva York tengo la sensación de no haber visto, ni siquiera en dos visitas separadas diez años en el tiempo, la inabarcable amplitud de todo lo que Nueva York tiene para ofrecer. Por esto es, que más que ofrecer una guía exhaustiva, puedo hablar de mis experiencias personales, aunque es tan difícil transmitir y plasmar lo que la ciudad da de si que hasta el propio Gattotrips se ha tenido que adaptar a ofrecer entradas temáticas que aún se me antojan cortas.

Al día siguiente, 28 de mayo, saldríamos por la tarde hacia Philadelphia, la ciudad del amor fraterno. Para ello volveríamos a usar los autobuses Bolt Bus que ya habíamos cogido desde Boston a Nueva York, llegando en poco más de dos horas a Philly, la ciudad a orillas del río Delaware en el estado de Pennsylvania, para pasar un par de noches a las que Gatto dedicará las próximas entradas de esta ya añorada aventura.

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